27 octubre 2006

Padres expertos

La última noche que estuvimos en San Petersburgo, Inma y yo hicimos una lista de preguntas para las cuidadoras de Álvaro. A la mañana siguiente habíamos quedado con ellas y nosotros, padres expertos, teníamos interés en conocer algunas costumbres suyas, como por ejemplo saber cómo dormía, objetos de apego, cómo lo castigan, qué le gusta, qué come,...así que hicimos nuestro listado y prestos y dispuestos allí nos plantamos con nuestra libreta.
Nos atendió la jefa de aquello. Tres kilos de laca, labios pintados....y mucho nos temimos que de Álvaro no iba a saber mucho...y no nos equivocamos del todo. Pero su información fue muy útil.
Para empezar, le preguntamos por la comida, sobre todo tras la impresión sufrida el día anterior. Nos comentó que era alégico. Allí no se paran a ver si la alergia es al huevo o a la fresa, así que lo catalogan como "alérgico". Esto se traduce en que de su alimentación se excluye la fruta -salvo el plátano-, la verdura, las legumbres, el pescado o el huevo. Si a ésto le añadimos que no les dan leche a ninguno porque "no les gusta" -¿a ninguno de los 120 niños?-, se resume en que basicamente Álvaro come plátanos, galletas -muchas-, carne -de todo tipo, eso si- y poco más. Nos quedamos helados. Le comenté que me parecía una dieta bastante hipercalórica, a lo que me comentó que "..como era alérgico". En ese momento nos dimos cuenta que , aunque tiene un saque impresionante el muchacho, está con una dosis de calorías por centímetro cuadrado que asusta. De hecho, es una de las cosas que más nos preocupan en cuanto a su adaptación, ver como vamos a alternar su hambre con la adaptación de los nuevos alimentos, que van a ser todos. Suponemos que la diarrea será acompañante nuestro en sus primeros días.
Tras este primer impacto, comenzó el baile de risas. Por su parte, claro. Le preguntamos si utilizaba biberón -19 meses- y se descojonaba, porque allí no saben ni lo que es eso. Lo de si tenía un ritual para irse a dormir, pues más risas. ¿Cuento? ¿Muñeco? ¿Objeto de apego? Y por primera vez hizo ese directivo gesto con el dedo índice de su mano derecha, como diciendo: "esto es lo que hay: a dormir". Nada parecido a las parafernalias y pamplinas varias que hacemos con nuestros hijos a la hora de irse a la cama, o cuando se despiertan por la noche o en miles de ocasiones cada día. Cuando le preguntamos acerca de los castigos, volvió a hacer el mismo y militar gesto que nos hizo ver que la disciplina era la única respuesta a nuestras preguntas. De hecho, tuvimos la oportunidad de entrar en los cuartos a la hora de la siesta -de 12'30 a 15'30- y pudimos comprobar que muchos niños estaban despiertos, lo que significaba que "siesta o siesta" te duermas o no -igual que nuestros hijos , que si no quieren siesta, ni ellos ni tú-.
Si nos dijo que se iban a la cama a las 8 y que se levantaban a las 7. Y que si se despiertan por la noche, ...dedo.
En cuanto a cuestiones personales de Álvaro, pues poca cosa. Que era normal, decía, pero nada acerca de si es más o menos independiente, cariñoso, agresivo , permisivo, simpático, sus juguetes...la jefa no entraba en eso, así que sobre la marcha lo iremos descubriendo.
Así acabó nuestra reunión. Nuestra lista de padres expertos se resumió en una dieta horrible, en una rutina a prueba de bombas, en alejanía afectiva por parte de las cuidadoras y en un dedo con oscilación vertical que cada vez que lo recuerdo me da susto.
En la foto, la cama de Álvaro, que es la última de las del centro, la de la izquierda según se mira. Allí duermen todos juntitos, con grandes ventanales con cortinas que dejan pasar la luz -no duermen a oscuras con persianas-.
Por lo que dicen otros padres, todo lo bien que duermen allí se acaba cuando comienzan a descubrir que si se quejan vamos a la cama y esas cosas que hacemos todos, así que se convierten en unos "dictadores". Así que no dejaremos muy lejos a Estivill y a su libro por lo que pueda pasar.

1 comentario:

Carlos Alberto dijo...

Brillante, compadre, brillante. Y luego nosotros os lo contamos a vosotros y así sucesivamente. Incluso con el cuento se puede hacer hasta un blog. Qué listos son.