27 octubre 2006

Padres expertos

La última noche que estuvimos en San Petersburgo, Inma y yo hicimos una lista de preguntas para las cuidadoras de Álvaro. A la mañana siguiente habíamos quedado con ellas y nosotros, padres expertos, teníamos interés en conocer algunas costumbres suyas, como por ejemplo saber cómo dormía, objetos de apego, cómo lo castigan, qué le gusta, qué come,...así que hicimos nuestro listado y prestos y dispuestos allí nos plantamos con nuestra libreta.
Nos atendió la jefa de aquello. Tres kilos de laca, labios pintados....y mucho nos temimos que de Álvaro no iba a saber mucho...y no nos equivocamos del todo. Pero su información fue muy útil.
Para empezar, le preguntamos por la comida, sobre todo tras la impresión sufrida el día anterior. Nos comentó que era alégico. Allí no se paran a ver si la alergia es al huevo o a la fresa, así que lo catalogan como "alérgico". Esto se traduce en que de su alimentación se excluye la fruta -salvo el plátano-, la verdura, las legumbres, el pescado o el huevo. Si a ésto le añadimos que no les dan leche a ninguno porque "no les gusta" -¿a ninguno de los 120 niños?-, se resume en que basicamente Álvaro come plátanos, galletas -muchas-, carne -de todo tipo, eso si- y poco más. Nos quedamos helados. Le comenté que me parecía una dieta bastante hipercalórica, a lo que me comentó que "..como era alérgico". En ese momento nos dimos cuenta que , aunque tiene un saque impresionante el muchacho, está con una dosis de calorías por centímetro cuadrado que asusta. De hecho, es una de las cosas que más nos preocupan en cuanto a su adaptación, ver como vamos a alternar su hambre con la adaptación de los nuevos alimentos, que van a ser todos. Suponemos que la diarrea será acompañante nuestro en sus primeros días.
Tras este primer impacto, comenzó el baile de risas. Por su parte, claro. Le preguntamos si utilizaba biberón -19 meses- y se descojonaba, porque allí no saben ni lo que es eso. Lo de si tenía un ritual para irse a dormir, pues más risas. ¿Cuento? ¿Muñeco? ¿Objeto de apego? Y por primera vez hizo ese directivo gesto con el dedo índice de su mano derecha, como diciendo: "esto es lo que hay: a dormir". Nada parecido a las parafernalias y pamplinas varias que hacemos con nuestros hijos a la hora de irse a la cama, o cuando se despiertan por la noche o en miles de ocasiones cada día. Cuando le preguntamos acerca de los castigos, volvió a hacer el mismo y militar gesto que nos hizo ver que la disciplina era la única respuesta a nuestras preguntas. De hecho, tuvimos la oportunidad de entrar en los cuartos a la hora de la siesta -de 12'30 a 15'30- y pudimos comprobar que muchos niños estaban despiertos, lo que significaba que "siesta o siesta" te duermas o no -igual que nuestros hijos , que si no quieren siesta, ni ellos ni tú-.
Si nos dijo que se iban a la cama a las 8 y que se levantaban a las 7. Y que si se despiertan por la noche, ...dedo.
En cuanto a cuestiones personales de Álvaro, pues poca cosa. Que era normal, decía, pero nada acerca de si es más o menos independiente, cariñoso, agresivo , permisivo, simpático, sus juguetes...la jefa no entraba en eso, así que sobre la marcha lo iremos descubriendo.
Así acabó nuestra reunión. Nuestra lista de padres expertos se resumió en una dieta horrible, en una rutina a prueba de bombas, en alejanía afectiva por parte de las cuidadoras y en un dedo con oscilación vertical que cada vez que lo recuerdo me da susto.
En la foto, la cama de Álvaro, que es la última de las del centro, la de la izquierda según se mira. Allí duermen todos juntitos, con grandes ventanales con cortinas que dejan pasar la luz -no duermen a oscuras con persianas-.
Por lo que dicen otros padres, todo lo bien que duermen allí se acaba cuando comienzan a descubrir que si se quejan vamos a la cama y esas cosas que hacemos todos, así que se convierten en unos "dictadores". Así que no dejaremos muy lejos a Estivill y a su libro por lo que pueda pasar.

22 octubre 2006

Sinsabores

Cuando uno entra en su inocencia en este mundo, no es consciente ni en lo más mínimo de lo podrido que está. A medida que pasan los acontecimientos y con ellos los meses, llega a sentirse asqueado de lo que va sucediendo.
Al principio vas captando la poca sensibilidad que muchos profesionales tienen. La mayoría de las personas que adoptan vienen de calvarios personales o de pareja que no imaginamos, pero hay profesionales que se dedican a ésto, muchos más de lo que uno piensa, sean funcionarios de la Junta o miembros de las entidades o mediadores que trabajan en los países, que pasan de ésto. Te tratan como si estuviésemos hablando de documentos banales o simples papeles, cuando detrás de ellos están los corazones de las personas con las que tratan. Corazones dañados y que siguen hiriéndose a medida que los meses y las trabas van transcurriendo.
El curso de formación es un bálsamo en medio de los sinsabores. En él se aborda el tema de verdad, sin tapujos, pero con el ánimo para continuar adelante si de verdad estás preparado. Pero es un espejismo. Después vuelve el desierto. Un certificado de idoneidad por el que la Junta se ahorra una pasta al no contratar gente que desarrolle este servicio público con unos períodos de tiempo prudenciales -"si no quieres esperar para que te hagan el certificado, pase por caja y verá usted que bien". Luego , 4 meses, 4 meses, para que te den el certificado, porque sólo hay tres personas que valoran las idoneidades , y como una está de baja....
Condiciones para adoptar: ¿capacidad de amar? ¿necesidad de ser padres?...pero ¿es usted diabético? ¿se ha quedado embarazada en el proceso de años para adoptar? Qué mala suerte...Tal vez en estos años ha tenido la mala suerte de enfermar de cáncer...vaya, no puede usted ser padre o madre. Su hijo/a se quedará en tierra. Pero...no se preocupe, que si es diabético con un poquito de pasta se puede arreglar...todo se puede arreglar con pasta. Que pena. Porque si no puede ser padre o madre biológico pero no tiene mucha, pero mucha pasta, se quedará sin hijos. Es cierto que la Junta es responsable de que los menores vayan a un hogar que tenga recursos, pero eso es una cosa y lo que cuesta es otra. Por ejemplo, como vivas de alquiler, lo tienes más crudo.Como no demuestres ante el juez que tienes dinero de sobra, vas listo. Y muchos detalles más.
Idoneidad. Hay que hacerla, ya lo hablaremos en otro capítulo, cada vez estamos más convencidos. Pero, ¿por qué no hacen un certificado de idoneidad para los funcionarios, las ECAIS o los mediadores? ¿Nadie valora el daño que pueden llegar a hacer?
Y vamos al país. Frialdad , que interpretamos como rusa al principio, pero que ya no sabemos como catalogarla. Y luego, compraventa, pongamos los nombres en su sitio. Una vez escuché que la adopción es un tráfico legal de niños. Reflexionen. De pronto, un niño por aquí, dos por allí, que si estos no, tal vez estos si, elección de sexo para el que presione, ahora te busco este niño por allí, este tiene este retraso y este otro -según convenga cuantificamos-...Y pasta.
Estos son los motivos y no otros los que a veces nos han hecho casi arrojar la toalla, el participar de este mundo lleno de intereses en el que muchos ponen la mano y hay niños de por medio y padres necesitados por otro. ¿El fin justifica los medios? Nunca he sabido responder de forma certera a esta pregunta. En esta ocasión, pensamos que si, y que Álvaro, o Manuel, o Satcha, o Margarita, o Javi, o Samuel, no tienen la culpa de que los mayores seamos tan estúpidos y vivamos en un mundo que muchas veces hace aguas.
Ojalá estos niños puedan pensar a veces, como pensamos nosotros, tal vez como ilusos, que otro mundo puede ser posible.

21 octubre 2006

La Providencia (II)

Hay otra cosa que también nos hace reflexionar. A principios de Abril recibimos un correo en el que se nos instaba a acelarar el proceso de domentación, porque había un niño. Como es sabido, inicialmente preferíamos una niña y, aunque el sexo no puede elegirse, se lo hicimos saber a Marina. En unas semanas, la cosa cambió y nuestro viaje del dia 4 de Junio se abortó porque el menor era mayor que Pablo -nuestro expediente y nuestra intención especifica claramente que Pablo será el hermano mayor-. Luego supimos que era una niña nacida el 4 de Abril de 2004 -sólo tres días antes que él-. Después, hubo silencio hasta mediados de Agosto. Y luego supimos que este silencio vino porque Álvaro iba a ser adoptado por un importante personaje europeo que en el último momento se decidió por un niño de 11 meses. Pasado este embite, nos comunicaron que había un niño y que en todos esos meses no entró ninguna niña en la casa cuna.
Definitivamente, volvemos a ver en todos estos recovecos la mano de la Providencia para que fuésemos sus padres.

20 octubre 2006

La Providencia

Durante estos meses, y más en las últimas semanas, hemos oído muchas veces el comentario "ese el el hijo que os ha tocado", tanto para nosotros como para cualquier otro embarcado en esta historia. El destino, la suerte, ...o el que Dios ha querido, son algunos de los argumentos que sostienen esta expresión tan socorrida en momentos de dudas o dificultades.
Cuando Inma y yo comenzamos esta aventura, pensábamos, como supongo que pensarán casi todos los padres que viven en ella, si nuestro hijo o hija habría nacido ya, en qué lugar del mundo se encontraría, si su madre estaría embarazada de él, con quién estaría o qué haría en ese momento.... Tratas de imaginar a esa criatura que un día será tu hijo o hija y que es posible que esté en el mundo, en algún lugar recóndito de él, ya que por aquellos tiempos lo del país nos era indiferente.
En realidad, Álvaro nació sólo 17 días después de comenzar el camino, por lo cual, sin saberlo ninguno de los cuatro- Pablo incluido- nos hemos ido acompañando en nuestro caminar a miles de Km de distancia casi todo el trayecto. Cada paso que damos, Álvaro crece en la distancia, se desarrolla y, en una palabra, vive.
Desde el principio, nosotros hemos estado firmemente convencidos de que la Providencia ha estado y está presente en cada momento. Desde aquel en el que, con la ilusión de la juventud prende la llama, hasta el día de hoy. Sabemos que ésto no es porque sí, por un capricho o por un impulso y que es esa llama la que nos da aliento en los momentos en que nos falla.
Pero estábamos equivocados.
Hemos pensado durante mucho tiempo que había un niño en cualquier lugar del mundo que iba a ser el "elegido", el que iba a tener la "suerte" de venir para acá, con una familia que le iba a dar todo lo que en su mano estaba para que tuviera una oportunidad. Era como si una varita mágica estuviera seleccionando su elegido.
Y, repito, estábamos equivocados.
Un día, en el curso de formación, la psicóloga nos dijo que era el niño el que nos elegía a nosotros y no al revés. Nosotros, como padres con intención de adoptar, abríamos nuestras posibilidades, nuestro corazón y nuestro mundo, a un menor. No lo elegíamos, abríamos la casa. Eso cuesta asumirlo en un mundo en el que el sentido de pertenencia de las cosas y el ser dueño de tu propia vida te hacer llevar el timón. Pero también nos dimos cuenta con el paso de los meses que si no pensábamos así , este gesto se convertiría en algo egoista. Abrir la casa era abrirnos a lo que la Providencia nos tuviera reservados.
Ahora sabemos que no había un niño esperándonos en cuaquier lugar del mundo, sino que había, en una parte muy concreta del mismo, unos padres a los que Nikita buscaba y que la Providencia, y no el destino o las estrellas, ha elegido.
Obviamente, seguimos confiando.

18 octubre 2006

Hay que currárselo

El tercer día de nuestra estancia en San Petersburgo, jueves 28, comenzó a convertirse en una rutina el levantarse tempranito para ir a ver a Álvaro. Realmente era lo que daba sentido al día, ya que a las 12 de la mañana el rato habría terminado. De nuevo la escena que se hacía cotidiana: paseo por el jardín y vislumbrar entre los grupos de niños si estaba el nuestro. Lo vimos en uno de los espacios que hay para los columpios. Siguiendo también esta recién estrenada costumbre, Álvaro pasó de nosotros, pero ahí estábamos los tres, con la mochila del pollo naranja llena de chuches y entretenimientos para captar su atención. Cuando los niños nos vieron, los más mayorcillos, que aprenden rápido, nos recibieron con sus mejores sonrisas en busca de algún caramelo, carantoña o pompa de jabón. Todos nos seguían y se agarraban a nosotros menos él, que con su pala rosa, su cubo y su bici seguía a su bola. Al principio nos mostramos condescendientes con todos, pero tuvimos que ir dándoles de lado -eso cuesta- para centrarnos en él.
Ese día nos quedamos muy impresionados por muchas cosas. En primer lugar, por su independencia. Estamos acostumbrados a Pablo, que es independiente cuando le parece y cuando no, que es casi siempre, no se separa de nosotros. Álvaro, como buen superviviente de la vida, se la busca. Iba solo del tobogán al columpio, de aquí a coger arena con una botella cochambrosa, y de aquí de nuevo al columpio. Nos impresionó también su desarrollo psicomotor. Aunque ya habíamos visto que no estaba mal, cuando vimos a ese niño subirse al tobogán solo y tirarse de cabeza,... las comparaciones son odiosas y tendremos que ir aprendiendo a poner a cada hijo en su lugar, pero es que Pablo no se ha tirado de cabeza del tobogán en la vida ni tiene intenciones de hacerlo por el momento. Fue otro momento shock.
El caso es que había que acercarse a él. Y que mejor forma que intentarlo con un caballo ganador: las pompas de jabón. Aunque esto supuso un nuevo revoltijo del grupo de iguales -como dicen en los cursos los entendidos- dimos de nuevo con la tecla y Álvaro comenzó a activarse y sonreir. Luego, el móvil. Le encantan sus sonidos y asomaba la cabeza para ver qué pasaba en ese aparatejo. Nos lo llevamos al columpio y ya se ha visto en el video que se enganchó chocando las manos y las cabezas. Juegos de niños más pequeños, como hemos dicho otras veces, síntoma de ausencia de juegos en esta cotidianeidad de la que hablamos.
Poco a poco nos desembarazamos de sus amigos y nos quedamos los cuatro solos. Fue entonces cuando Pablo le enseño, en un momento de lo más entrañable y tierno, a comer un chupa chups -"se chupa, no se come", le decía Pablo. Por un momento nos imaginamos lo bonito que seguro será ver como los dos jugarán juntos en unos meses y se sigan por la casa correteando...Quitar la nariz con los dedos, hacer muecas con la cara,...unos cuantos momentos sencillos como estos y nos dimos cuenta que....nos lo habíamos currado y estábamos a gusto los cuatro.
Después, nos fuimos para dentro e Inma le cambió los zapatos a Álvaro. Fue a lavarse las manos y ... a comer. Este fue sin duda el momento de mayor impacto de todos los días. Comen solos todos, pero Álvaro llegó el primero, se tomó los dos platos y el postre con una ansiedad impresionante, terminó el primero y acabó comiendo pan. Tremendo. De la dieta, ya hablaremos otro día porque también merece un capítulo. Y también de la segunda parte de la montaña rusa, porque estos impactos de este día nos hicieron mella.

15 octubre 2006

Bur(r)ocracia

Creo que fue Carlos Recio, que está viviendo con Samuel una experiencia si cabe más dura y compleja que la nuestra, el que acuñó este término. Y que acertado es. A punto de llegar al final, cuando vemos ya cercano el día del juicio -no el final, sino el de Álvaro-, nos llueve una nueva tanda de documentación a aportar. Y lo más curioso es que parte de ella ya la habíamos presentado previamente, pero hay que actualizarla, o rehacerla o solicitarla de nuevo. Primero, documentación para la Junta. Luego, para Rusia, en pequeñas tandas. Y ahora, otra vez. Esto parece de verdad una carrera de obstáculos. Y no sólo es la documentación, sino que primero hay que entenderla y buscarte a alguien y molestarle varias veces para que te la explique. Y después,ponte manos a la obra. Yo fui una vez al notario para comprarme el piso y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía era un bonito edificio. Ahora, la secretaria de notario - a él seguimos sin conocerlo- es como de la familia y paseo por el Tribunal como por mi casa. Hasta saludo al guardia de la puerta. Inma se conoce todos los socavones de las obras del centro de Granada de tanto ir y venir y sus salientes de guardia se convierten en una pesadilla administrativa. Documentos de empresa, de ingresos, rentas, escrituras, copias simples, certificados de penales, hipotecas, documentos de la Dirección General de la Policía, de la oficina de inmigración....y lo último: 8 certificados médicos de 8 especialistas distintos -el que mandamos hace unos meses ahora no sirve-, que para nosotros es un trastorno, pero para el que no sea médico es una misión ardua, muy muy difícil.
Hubo alguien que comentó en alguna ocasión que la explicación puede ser que así aguantan hasta el final los que están convencidos y motivados de verdad. Nosotros no lo sabemos.Entendemos que hace falta documentación, es lógico. Pero a veces esto es un sinsentido, y muchos documentos no son sino rizar el rizo de lo...bur(r)ocrático.
Pero no nos queda otra: paciencia y organización. Y agilidad, que nos pilla el toro.

Gracias

Da vértigo ver que el blog ha superado las 2000 visitas. En un principio nació con la modesta idea de informar a los más cercanos, de ser un diario o "cuaderno de Bitácora",...pero vuestras llamadas, vuestros comentarios, el ir viendo como la gente conoce la página , como ésta se ha ido transmitiendo de unos a otros, como nos hacéis referencias a los capítulos, ...y ver como el número de visitas llega a esta cifra, nos produce una gran sensación de acompañamiento. Somos conscientes, gracias a vosotros, que Álvaro llega a una gran familia que es más que sus padres y hermano y que tiene una suerte tremenda de poder contar con toda esa gente que nos apoya.
Gracias de verdad porque hacéis que el camino árido que lleva hasta el fin de este proyecto -o hacia el inicio, según se mire- esté siendo más liviano e ilusionante cada día.

12 octubre 2006

Homenaje a Pablo.





Hoy queremos contar cómo estuvo Pablo en el viaje para conocer a su hermano. Desde semanas antes le habíamos dicho en muchas ocasiones que iba a ir a Rusia a conocer a su hermanito. Tenía que ir en tren y en un avión "grande". La verdad es que flipó tanto en el tren como en al avión "blanco y azul"- de air france-. En los largos trayectos, su mochila naranja del pollo dio mucho juego: coches, animales, cartas, ceras, materiales para colocar, marionetas,...pero él se entretenía con todo y jugaba perfectamente a pesar de estar sin poder moverse de su butaca durante algunas horas. Como reserva, el DVD portátil con los tele-tubbies. En el primer viaje los sacamos en la última hora, lo que dice mucho de su capacidad -bueno, una siestecilla en el vuelo más largo también ayudó-.
Los días no fueron fáciles tampoco para él. No imaginábamos que íbamos a pasar tantísimas horas en el autobús, así que fue durillo. En él, nos íbamos a la parte de atrás a jugar "como ayer" -eso decía- con los juguetes de su mochila. Su "atá", la famosísima y que tendría que acabar en un museo manta de la Mari Conchi hizo su misión y Pablo pasó largas horas con su manta en estado de semi-vigilia. Pero ni en estos momentos se comportó de forma desproporcionada. Se quejaba unas veces, lloriqueaba otras, pero nada del otro mundo.
En la "guarde de Alo" , como él llamaba y llama a la Casa Cuna, lo pasaba muy bien. Con él no interaccionaba mucho, tanto por la diferencia de edad y desarrollo como porque su hermano pasaba bastante, pero jugaba con los niños, con los juguetes de las salas o hacía el ganso con su padre, pero lo pasó bastante bien.
Autobús, comidas con adultos, ausencia de parques o espacios abiertos salvo el rato de la visita,...la verdad es que se ha portado como un campeón en un ambiente francamente hostil para un niño de dos años.
La vuelta fue más dura. Su gastroenteritis puso a prueba a sus padres en las habilidades "recogepotas" que ya habían adquirido en los primeros meses de su vida, y la verdad es que el chiquito estuvo regular. Una vez más, como se refleja en la foto, los "tallis" salvaron numerosas papeletas.
En realidad, Pablo no ha hecho sino confirmar la tónica de sus dos años y medio previos: es un crack que se dedica a dar a alegrías a los que tiene alrededor, y que es más bueno que el pan bendito.

10 octubre 2006

Unas sonrisas


Nos costó trabajo, pero lo conseguimos. Disfrutamos cuando hicimos reir a un tío tan serio y de verdad que fue de los mejores ratos allí.

El cáncano Nikita


ÚLTIMA HORA. Hemos recibido hoy un correo electrónico en el que se nos comunican los datos físicos de Álvaro. Pesa en la actualidad 10'400 kg y mide 76 cm. Hemos visto además las medidas de los meses previos y nos hemos ido a las curvas de crecimiento. Contra todo pronóstico y para contestar a los comentarios de días previos que lo achaban de presentar unos kilillos de más, dietas de Nutricare y grandes mofletes, resulta que el joven de la foto se encuentra en un triste percentil 10 de peso y en un 3 de talla. Sorpresa para todos.
En realidad, esto puede tener una explicación. Fue prematuro, no sabemos de cuantos meses y hay que restar meses en el percentil. Por otro lado, el hecho de no tomar leche, fruta, legumbres, verduras o huevo suponemos que tiene que ver en su retraso ponderal, y el abuso brutal de hidratos de carbono , grasas y megacalorías en definitiva, en su aspecto.
En cualquier caso, resulta que ahora Álvaro ha resultado ser un cáncano. Ver para creer.
Ánimo, hijo mío. Ya te pasearemos por el zaidín, Vista Nevada, Puerto Lobo, la Caleta, los Villares, para que te de el solecito y lo de la alergia que dicen que tienes a la leche, ...pues que no me lo creo. Te vamos a dar unos cola-caos que se va a enterar la Marina lo alto y guapo que pones.

08 octubre 2006

Paseando por la Casa Cuna


La casa cuna número 1 de San Petersburgo está alejada del centro de la ciudad y para llegar a ella se accede por una callejas con poca claridad, para finalmente desembocar en el edificio. Una amplia verja la separa del exterior. El primer día, cuando llegamos, fue emocionante ver al fondo a un grupo de niños con su cuidadora que nos saludaban. ·"Tal vez uno de ellos sea él", pensamos. En el hall ya se enfrenta uno a su principal característica: el olor. Un olor profundo, penetrante, que queda impregnado en la ropa hasta horas después de irte. Un olor a institución, mezcla de humedad y comida de gran grupo. Un olor que llega a producirte molestia al besar a tu propio hijo, porque acabas detestándolo. Un olor que, a medida que pasan los días es capaz de provocarte la naúsea y de desear no volver más.
El hall tiene sillones antiguos, deteriorados por el paso del tiempo. Un gran cuadro con una foto del jardín en un día gris, con varios desconchones provocados por la humedad, domina la sala. A continuación, los pasillos. Altos, estrechos, húmedos, conducen a las cocinas, habitaciones, dormitorios,... cuanta vida triste encierran esos pasillos.
Por lo que nos han contado, esta es la mejor casa cuna de la ciudad. Al parecer, los ingresos en concepto de adopción han servido para reformar la sala de juegos, crear una sala de fisioterapia y otras mejoras. Algunos que adoptaron hijos hace años se encuentran sorprendidos porque ha mejorado. A nosotros nos pareció muy triste y en algunos momentos muy desagradable. Los jardines rodean a la casa y en ellos hay viejos toboganes, columpios un tanto destartalados y rutas para caminar, la vía diaria de contacto con el exterior de los niños.
Éstos se levantan a las 7. Desayuno y paseo. En él, los niños caminan y juegan con la tierra, algunos juguetes que se llevan , utilizan el tobogán,... Las cuidadoras miran. No las vimos jugar con ellos. Tampoco nos comentaron que hicieran alguna actividad tipo "clase" -fichas, pintura, juegos, lectura,....- lo que nos hace pensar que los "acompañan", simplemente. A las 12, almuerzo -todos los niños comen solos, eso es impresionante e impensable en nuestra cultura de "toma una cucharadita" ,y comen todos estupendamente-. Después, tres horas de siesta. Según pudimos ver, algunos duermen y otros no, pero allí se quedan sin protestar. Gran sala con numerosas camitas todas juntas. Merienda a las tres y media, nuevo paseo, cena a las 8 y a dormir.
Hay 120 niños, con una cuidadora por cada 10. Cocineras, médicos , enfermeras,...
El contacto con los niños es impactante. Sus edades oscilan entre uno y cuatro años. Están siempre por grupos y los más mayorcitos te buscan con ansiedad. Se lanzan a ti, tienen a veces sonrisas estudiadas, tratan de "camelarte", en una palabra. Saben que, de vez en cuando, uno de ellos se va con "papá" y "mamá", como allí también les dicen. Cuando ven pasar un avión, lo saludan y les dicen que allí va el niño que se ha ido. Tuvimos la sensación de que te buscan para que les saque de allí, para que les des otra oportunidad. Es duro. Sólo faltaba la caña de pescar y ... piquen que nos vamos.
Estuvimos también el la casa cuna de Dimitri. Esta era aún más tremenda. Además, los niños eran mayores y la ausencia de calcio en la dieta ya había hecho mella, nunca mejor dicho, en sus dientes, dando a veces un aspecto sorprendente y nada agradable, por cierto. Destacamos un detalle que nos sobrecogió. Los síndrome de Down, aún en estas condiciones, formaban un grupo aparte. Incluso allí forman un gueto. Muy fuerte.
Ya hemos comentado en alguna ocasión que el viaje ha sido duro. Recordar la casa cuna y a sus pequeños habitantes nos produce la sensación de haber participado en una película de ficción y que nuestra realidad está a miles de km de ella. Y la verdad es que esto último - y no me refiero a km de distancia física- es cierto.

05 octubre 2006

La sala de música



La sala de música de la casa cuna es una salita con unas 15 o 20 minúsculas y simpáticas sillitas con adornos sobre una extensa alfombra. Un piano al fondo y típicos instrumentos musicales de los niños -panderetas, carracas,...-, además de pequeños muñecos para jugar. Adornada con unos sillones de dudoso gusto y una mesa, se supone que allí reciben los niños algo de educación musical. Fue en esa sala donde tuvimos nuestro segundo contacto con Álvaro el día 27. Rafa y María habían ido a ver a un niño y nosotros nos colamos en una visita extra no programada.
Cada encuentro con Álvaro era un pequeño reto, ya que su primera reacción era siempre la misma: llorar conmigo y recelo ante el resto. Viendo el éxito de la mañana, repetimos con los pastelitos y funcionó. Como le atraían los juegos de bebés, probamos, también con éxito, con pequeños juegos de sonidos y colores que llamaron su atención. Seguíamos viendo que reaccionaba bien a esos estímulos. Fuimos también jugando con los instrumentos musicales y como colofón Inma interpretó unas piezas al piano acompañada de Pablo en el que volvió a poner de manifiesto que su fino oido no tiene límites.
Como ya teníamos confianza, jugamos al esconder los cuatro. A Pablo le encanta, y Álvaro no sabía muy bien de que iba el rollo ese. Fue un rato divertido.
La tarde acabó con dos charquitos de Álvaro -los pañales son sustituidos por extraños trapos que calan- que fueron señalados por el chivato de su hermano - a éste le van a "canear" en el cole...- y la alfombra un tanto deteriorada por los mismos. Ante el cariz que los acontecimientos iban tomando, las cuidadoras optaron por llevarse a Álvaro. Pablo de vez en cuando nos recuerda que "Alo" se ha hecho pipí y que jugó al esconder.
Por cierto. Ayer estaba Pablo repartiendo unos palillos de pan a papá, a mamá, a Pablo y ...a Álvaro. Para comérselo.

03 octubre 2006

Rafa y María



Antes de contar esta historia, reflejar que hemos pedido permiso para hacerlo a sus protagonistas.
Rafa y María llevan 23 años casados. El tiene 41 y ella 39. Han hecho todos los intentos del mundo para conseguir un niño: inseminaciones -8- , tratamientos de fertilidad, ...en innumerables clínicas de toda Europa. Para colmo, pertenecen a una familia extensísisma, tanto de hermanos propios como de 40 sobrinos, teniendo ahijados por todas partes. Han tardado mucho en decidirse por la adopción, pero aquí están.
Viajaban con la idea de adoptar a dos hermanos. En este caso, Sergei, de dos años, y Dimitri, de tres y medio. La ilusión, enorme,como se puede imaginar.
La mañana del martes 26, mientras nosotros conocíamos a Nikita, ellos hacían lo propio con Sergei. Ilusionadísimos y locos de contentos, comenzaron a llamar a Málaga, a enviar su foto por móvil... "Málaga está parada", les decían por teléfono.
Por la tarde, fuimos a conocer a Dimitri. Nosotros fuimos porque la noche de antes Marina había comentado que tenía fisura palatina. Ellos no sabían este dato y no sabían lo que era ese problema. Tal vez un error de Marina, que decía que estaba convecida de habérselo dicho, tal vez una mala interpretación de la traducción,...el caso es que ellos no sabían nada. Como Pablo tiene lo mismo pero en su labio -la fisura palatina es la prolongación de lo que Pablo tiene al paladar-, les acompañamos.
Efectivamente, Dimitri no tenia el labio fisurado, pero si el paladar blando -el más posterior, para entendernos-. Sus dientes,...pues no estaban, pero no por la fisura, sino que por la ausencia de leche -no toman los niños de las casas cuna "porque no les gusta", según dicen- eran un resquicio de lo que un día fueron y se pegaba a la encía ese resto como no habíamos visto nunca. Hasta ese momento, Dimitri ya había jugado un rato con ellos, les había dicho lo que allí se suele decir -"papa y mama"- y estaban todos bien. Cuando Rafa y María vieron lo que había y les tuve que explicar que supondría intervenciones y tratamiento con logopeda -vaya rato, y eso que estoy harto de dar cursos de malas noticias-, se hundieron. Ellos y el niño se alejaron y Dimitri vagaba en el jardín, solo y alejado del resto de niños percatándose de que estaba siendo rechazado por un motivo que se le escapaba.
Aún ahora al recordarlo me hiere esa estampa.
Decidieron rechazar la asignación, haciendo lo propio con su hermano, ya que si se rechaza a uno, se hace con el otro.
Vaya desde aquí que si alguien los entendía, éramos nosotros. Recordé una y otra vez el nacimiento de Pablo y que yo mismo buscaba esa tarde la puerta de salida. Ellos la tenían y la tomaron. No podíamos juzgarlos. Estaban sometidos al mismo shock que nosotros tuvimos aquellos días.
Esa noche nadie durmió. Ellos, por el brutal impacto emocional y el rechazo con todo lo que habían vivido hasta ahora. Nosotros, no por haber conocido a Álvaro, sino porque se quedaban dos niños por una maldita fisura, por el mismo problema de nuestro hijo.
Marina, que se sentía muy mal también, movió hilos y comenzaron a aparecer niños. Por la mañana, otra pareja de hermanos, que también rechazaron, presa aún del impacto, la presión emocional, el no sentirse preparados -al menos así lo vivían al haber rechazado-. Por la tarde, en su última oportunidad -sólo pueden hacerse dos rechazos y al tercero te vas para casa - conocieron a un niño sólo. Dejaron para la mañana siguiente su decisión.
Mientras, nosotros nos impregnábamos hasta el tuétano de toda esta negatividad. La cercanía del problema, el triste ambiente del microbús y nuestra presencia como médicos tratando de cuantificar el retraso en el desarrollo de los distintos niños que aparecían transformaban un viaje que tendría que ser alegre en una experiencia de una grandísima dureza. No es fácil ver como se rechazan niños y se quedan allí.
Abatidos, María y Rafa estaban a punto de arrojar la toalla y volverse a Málaga de manos vacías. Pero sucedió algo casi milagroso. Durante este segundo día en el que vieron a estos niños, el día posterior al rechazo, la mañana, la tarde y la noche fue un sinfín de llamadas al móvil. Cada uno con el suyo, estuvieron permanente agarrados a él recibiendo llamadas de hermanos, cuñados, sobrinos, padres, trabajadores de su fábrica, con un unánime mensaje: esos niños -los primeros- son los vuestros, y esos niños se vienen a Málaga. Rafa comenzó a llamar desde la habitación del hotel a cirujanos pediátricos, otorrinos,...para informarse. Miraban a Pablo y nosotros les contábamos nuestra historia. Y mientras, más y más llamadas.
A la mañana siguiente, volvieron a ver a Dimitri. Y decidiron que Sergei y Dimitri, o, lo que es lo mismo, Manuel y Juan Antonio, fueran hijos suyos.
Rafa y María son gitanos. Sobre los gitanos se hablan muchas cosas. Unas serán más ciertas y otras menos. Pero nosotros nos quitamos el sombrero ante el aliento y el ánimo que esta familia envió desde Málaga. Esos niños los van a criar ellos dos, pero, como les dijimos, no son suyos: son de toda esa familia que se volcó para acogerlos. Y ellos han demostrado ser unos valientes.
Ya por la noche, más tranquilos, el día finalizó con Luba, la intérprete, María y Rafa, cantando por bulerías en las calles de San Petersburgo, como refleja el documento gráfico histórico de arriba.

Padre orgulloso


Este mini-capítulo lo pongo porque si.
Porque quiero homenajear a mi esposa, valiente donde las haya, con un amor tremendo por sus hijos, con ideales nobles, persistente y luchadora. Porque me ha demostrado que querer es poder. Y todo ésto, sin perder las ganas de reir.
Porque estoy orgulloso de Pablo, noble por encima de todo, que me ha enseñado tantas cosas de la vida y de mi mismo que no era capaz de imaginar. Y todo ésto, sin dejar de observar con sus preciosos ojos.
Porque tengo la ilusión de que entre todos seamos capaces de transmitirle a Álvaro los valores importantes de la vida, y le enseñemos a ser "moderadamente feliz".
Y porque están muy guapos.
He dicho

02 octubre 2006

Avance de la moda infantil de invierno

La mañana del miércoles 27 amaneció fría, aunque con un tibio sol. A las 9:30 estábamos ya en la casa cuna. A esa hora, los niños pasean por el jardín muy abrigados, todos con gorro y abrigos que, en el caso de Álvaro, son tres tallas mayor. Son sus últimas oportunidades de salir al jardín, ya que en un mes o mes y medio todo quedará cubierto de nieve hasta Abril-Mayo. El día anterior apenas pudimos estar juntos, pero queríamos ver como estaba con sus iguales. Al fin y al cabo, nosotros somos unos extraños para él y su comportamiento puede modificarse. Verlo en directo con todos nos podría dar una idea de su desarrollo psicomotor y de su capacidad relacional.
Nos llevaron a su grupo. Estaba hecho una bolilla, con ese horrible gorro rojo que le tapaba casi toda la cara, su chaquetón y unas espantosas botas, al menos para el gusto de mi esposa, bien definido y conocido por todos. Incluso a mi me parecía desagradable su atuendo. Estaba subido en una moto con una pala rosa de playa. No nos acercamos mucho a él para no cohibirlo. Iba a su bola, pasando del resto. Inma sacó su bolsa y de gusanitos y todos acudieron a ella, él el primero -ahí nos dimos cuenta de que el niño apetito tiene-. Y desde luego su capacidad de estirar la mano y correr detrás de los gusanitos era perfecta. Sus avances en psicomotricidad se confirmaron cuando Inma se dejó la bolsa vacía en el extremo de una pequeña escalera y subió fenomenal en busca de las migajillas de gusanitos restantes.
El momento más bonito fue sin duda cuando su madre, con gran habilidad y con el terreno estudiado, comenzó a hacer pompas de jabón. Suponemos que nunca había visto nada igual, porque comenzó a reir a carcajadas. Qué momento! No me cansaba de hacerle pompas para verle reir, con esa carita tan regordeta. Iba corriendo detrás de ellas que se las pelaba. Fue entrañable.
Viendo que Nikita tenía buen saque, volvimos a intentarlo con los Martínez. Como al parecer es alérgico al chocolate, yo me lo comía - a esas horas ya iba teniendo hambre- y le daba el bizcocho. Y en esta ocasión si que funcionó. Un éxito. Todo iba bien, así que nos fuimos un poco aparte con él y con Pablo -que también se estaba poniendo ciego de gusanitos y pastelitos por aquello de los celos- y nos dimos cuenta de que le hacen gracia los juegos de los bebés. Se reía mucho jugando a esconder la cara con las manos, a dar toques con la cabeza o a hacer palmitas. Esto no es sino muestra de el retraso que puede tener y de que no creemos que se haya jugado mucho con él. A nosotros nos hizo mucha ilusión ver como conseguíamos captar su atención y como se reía con los tres.
Poco después llegó la hora de la comida y se lo llevaron. Pero nos fuimos al autobús bastante relajados y contentos: Álvaro se había reido con nosotros.

Los protagonistas del segundo viaje


Rafa y María. Matrimonio de Málaga. 23 años casados. Iban por un grupo de hermanos, dos en concreto. Ansiedad auténtica por ser padres. Su historia es tan tremenda que merecerá un capítulo del blog. Jamás olvidaremos estos días con ellos y la lección que nos dieron.
Sergei. Conductor del autobús. San Petersburgo tiene 45 km de longitud y 22 de ancho. Un pequeño movimiento en la ciudad no era nunca inferior a 30-40 minutos, y lo habitual rondaba en torno a la hora y media. Hemos pasado casi todo el día en el microbús y Sergei se ha hecho casi de la familia. Alto, de ojos azules, hacía nuestra compra mientras estábamos en la casa cuna, la transportaba, cuidaba nuestras pertenencias....ni papa de español, pero nos entendíamos con al sonrisa. Pablo lo saludaba todos los días: buenos días, Sergei, adiós Sergei, y éste respondía a sus saludos incluso en castellano. Pablo todavía pregunta por él.
Marina. Ya la conocéis. Siguió desviviéndose por nosotros cada día. Pero no es oro todo lo que reluce.
Luba. Traductora. Chica joven, de una calidad humana extraordinaria. Ha llorado, reido y cantado con nosotros. Su calidad como traductora aún no es muy buena y le hacen falta un par de estancias en España. A veces, en temas tan delicados, nos costaba entendernos. Pero no olvidaremos su cariño.
Pablo Cabrera. Un crack. Merece un capítulo del blog y un homenaje.
Inma y Carlos. Bueno, estos son conocidos.
5 días, un autobús y muchas emociones. Este fue el equipo.

01 octubre 2006

Los amigos del blog: con el corazón en África



La familia hispano-centroafricana compuesta por los titos Carlos y Lydie y el primo Samuel, se incorporan a este blog para expresar su alegría ante la llegada de este nuevo miembro de nuestra familia.
Conocedores de los interminables papeleos bur(r)ocráticos, juicios ante desconocidos que deciden sobre nuestra capacidad de amar, peregrinajes por diversos países y muchas cosas que no se pueden contar, nuestro sentimiento de cercanía para con vosotros es inmenso.
Gracias por compartir con nosotros estos momentos, y por estar presentes en nuestra vida. Se ve en la mirada que Álvaro será un crack, como Pablo, y que el orgullo será mutuo.
Aquí estamos, y ahí estaremos, cuando empiecen a caer kilos y haya que meter el pezcuezo y fajarse el corazón.
¡¡¡¡¡Besos!!!!!

Los amigos del blog: adhesiones inquebrantables

Esta imagen, de Isabel, José y Anita nos fue enviada a San Peterburgo pocas horas después de que se enviasen las primeras fotos de Álvaro. Estos pequeños amigos del blog merecen este capítulo. Os queremos mucho.

EL ENCUENTRO

Habíamos quedado a las 9 en el hotel para ir al Comité, similar como dijimos al Ministerio de Educación. Allí tendría lugar el informe oficial del menor y la firma de la asistencia y visita del mismo. Estábamos muy nerviosos. Era la misma sensación que se tiene cuando esta aún cerrada la puerta del aula de un examen. Mente en blanco, hormigueos en las manos, piernas inquietas.... Entraron primero Rafa y María. Los 10 minutos se hicieron eternos. Pablo dormitaba en su carro mientras nosotros no dejábamos de mirar a la puerta,...hasta que se abrió.
Lo primero que vimos fue su foto en el expediente, realizada en septiembre de 2005, con 8 meses. La foto de un bebé. Me alegré de que no nos la enviaran antes. No nos decía nada y nos hubieramos creado expectativas en España que no nos hubieran llevado a ningun sitio. Una funcionaria nos leyó su historial médico, fecha de nacimiento, historia -lo que se sabía- de sus padres biológicos. En realidad, ningún dato nuevo porque los sabíamos y no nos aportó nada. Firmamos y nos fuimos a la casa cuna.
Nos llevaron a una sala de juegos. Era bonita, de unos 15 metros cuadrados. Alfombra en el suelo, pequeña piscina de bolas, espejo alargado de pared y juegos varios para niños -pelotas, bolos, aros,muñecos,...-. Llegó el jefe médico. Un sieso para verlo -de hecho, la traductora aprendió el significado de esa palabra con este vivo ejemplo- con un bigotillo de tres al cuarto. Le di la mano, por cortesía y porque él sabía que éramos compañeros. Ni me miró el tío. Menos mal que no tengo que trabajar con él. En su línea de tío estirao, leyó el informe médico: dermatitis, bronquitis, alergias alimentarias, hipoxia neonatal -eso ya nos habían dicho que se lo ponen a todos; los rusos no dan en adopción niños sanos y tienen que ponerle este diagnóstico para que "cuele"-. Ingresó en la casa cuna el 16 de Noviembre. Le interrumpí para preguntarle que qué había ocurrido en los 10 meses desde su nacimiento y fue entonces cuando me contó lo del tiempo en el hospital. Me quedé helado.
Mientras el médico contaba estas cosas tan importantes, a Pablo le entró gana de hacer caca. Esto lo cuento porque todo el mundo sabe que a los niños les da ganas de hacer pipí o caca cuando menos conviene y no se si Pablo encontrará en su vida mejor momento para ello. Se lo recordaremos siempre. Inma se fue con él y yo me quedé con el sieso.
Cuando Pablo regresó, al poco y mientras yo bombardeaba con preguntas al médico, una cuidadora entró con Álvaro. El corazón nos dio un vuelco. Inma dijo: "ahí está". Entró andando y comenzó a llorar al llegar. La cuidadora le dio una galleta y se calló -él siempre se calla con la comida-. En ese momento miré a Inma y , al verle la cara, supe que Álvaro era para nosotros.
Esto es bonito, pero real.
Yo mandé al médico al carajo y me fui directo hacia él. Error porque estos niños no ven habitualmente a hombres y comenzó a hacer pucheros. Pero ahí estuvo su madre, que lo cogió y comenzó a cantarle dos temas clásicos de la discografía infantil:la canción de los tele-tubbies -mítica- y "El barquito de papel". A Álvaro debieron gustarle a pesar de que mi esposa tiene un tono particular y se serenó -gran momento materno, vellito de punta-,
Fue entonces cuando comenzamos nuestra estrategia sabiamente diseñada, pero ni le gustaron los pastelitos Martínez -en los siguientes encuentros los devoró- ni el zumo de manzana. Yo me acordé de Victoria, del capitulo del blog y de sus castas. Comenzamos a jugar con las bolas, los bolos, y al rato, abrazado a Inma, se durmió.La imagen no podía ser más bonita.
Mientras, Pablo y yo jugábamos alegremente y nos revolcábamos por la alfombra. Álvaro nos miraba pensando que estábamos locos,pero lo pasamos muy bien.
Era ya la hora de su siesta y aparecieron dos cuidadoras que se lo llevaron. El encuentro sólo duró media hora,pero Inma y yo nos quedamos bastante relajados después. Habíamos conocido a nuestro hijo y no había ido la cosa muy mal. Nos sorprendió que era un "pepón" y no un enclenque. No nos gustó su dermatitis y su falta de cuidados al respecto. Pero ahí estaba ya Álvaro, tratando de hacerse un hueco en nuestra vida.