10 septiembre 2006

MARINA


Una vez que se elige el país en que se quiere adoptar, también hay que decidir si el procedimiento lo realiza una ECAI -entidad que sirve de intermediario, traduce, envía documentos,...- o bien por libre. Nosotros optamos por esta vía porque en Agosto de 2005 le preguntamos algunas cosillas a Eva, una compañera nuestra que tiene un niño, Javi, ruso. Ella fue la primera que nos habló de Marina y la verdad es que su entusiasmo y su historia nos hicieron pensar en esta posibilidad.
Nuestro contacto es Inna, que trabaja para Marina. Con ésta nunca habíamos tenido ninguna comunicación, ni por correo ni teléfono. Cabe decir que el primer correo con Inna fue el 12 de Octubre. Desde entonces, han sido muchos los enviados y devueltos. En medio, retraso de la Junta en dar la idoneidad - 4 meses en enviarnos el documento- cierre de Noviembre a Febrero de Rusia,...y muchos contactos con Inna con todo este follón. Pero de Marina, nada de nada. Sólo su descripción por Eva.
Cuando Inna nos dijo a final de Agosto que sería Marina la que vendría a recibirnos al aeropuerto, la curiosidad era grande. Ella nos reconocería por las fotos, pero...nosotros a ella?
A la llegada a San Petersburgo el dos de septiembre a las 22:35 h -que, por cierto, fue muy emotivo ver desde el cielo la tierra de nuestro hijo-, confundimos a Marina con una señora que pasaba por allí ...y que se ajustaba levemente a nuestra descripción ...o nuestra imagen distorsionada de ella. Pero de pronto, la vimos, con sus vivos ojos , sin parar de moverse, buscándonos ....y nos encontró. Fue un "momento-marina", no se puede describir de otra forma.
Marina no dejó de ocuparse de nosotros ni un momento. A todas horas teníamos actividad: turismo, almuerzos, reuniones, traductores,...ni un detalle al azar ni a la improvisación. Esto se agradece mucho cuando vas a lo que vas, sin idea de ruso y con horas muertas que llenar. En todo momento se ocupa de que estemos bien y de que , ojo, nuestro hijo cumpla en la medida de lo posible nuestras expectativas. Para ello nos preguntó a todos varias veces si lo veíamos bien, si era lo que deseábamos...
Había entregado nuestra documentación en el comité con 10 días de antelación, mientras el resto de mediadores lo hacían el mismo día 4. Esto supone horas de estancia en el comité para los padres que presentan papeles. Estaba allí tres horas antes de la apertura y consiguió que entrásemos los primeros -hubo gente que entró con la tarde bien avanzada- . Hubo un problema con unos compañeros. Tenían que validar por un notario unos documentos. En España tendríamos que haber solicitado hora, día, mes...ir al notario, que se dignase a ver los docuementos...que os cuento. Con el móvil a todas horas funcionando, consiguió que en 20 minutos, mientras tomábamos un café en un hotel con vistas al Mar Báltico, fantástico por cierto, se arreglase el tema. Y volvió a colarse en el comité para entregarlo.
De camino al hotel, le hicimos una pregunta cultural acerca de un puente de la ciudad. Dudó la respuesta y llamó por teléfono a alguien que se la dio.
Como salíamos a las 4 de la mañana, habló con el director del hotel para que nos preparasen una bolsa con el desayuno.
En fin. Sus ojos desorbitados y su móvil, lo arreglaban todo. Y no os podéis imaginar la tranquilidad que da eso en un mundo en el que sientes que te pueden tomar el pelo a cada momento -y seguiremos con la mosca tras la oreja hasta que volvamos, no os creáis-.
Por eso, una pareja que venía con nosotros a por su segundo hijo decían: con Marina siempre estamos tranquilos. Y al cabo de estos tres días, lo comprendimos.

Siento no aportar la foto con el traje de pana. Marina estaba demasiado ocupada para frivolidades en ese momento. Pero ésta no está nada mal.

Carlos lleva el traje de pana en la foto, pero se había quitado su chaquetilla - Inma-.

No hay comentarios: