06 septiembre 2006

LA REUNIÓN


Antes de intentar relatar lo ocurrido -es difícil expresarlo en palabras-, agradecer las llamadas antes de irnos, los sms y las visitas a este blog -el contador y su estadística nos han dejado helados al ver como os habéis volcado-.
Iremos contando capítulos de esta aventura por entregas, no sólo para que conozcáis lo ocurrido, sino que para que un día nuestro hijo pueda leer lo que ocurrió en estos meses en los que su vida, y la nuestra, cambiaría para siempre.
Aunque en el hotel hay Internet, la intensidad de estos tres días, que para nosotros han sido como tres meses, han impedido escribir desde allí. El próximo viaje intentaremos hacerlo.
Vamos a comenzar con "la reunión".
El domingo día tres habíamos pasado el día viendo algunas cosas de la ciudad. Hemos sido 4 parejas las que hemos convivido estrechísimamente y dedicamos el día a este menester. Pero podemos aseguraros que todos teníamos la mente en las 8 de la tarde. A esa hora teníamos la reunión con Marina, la gran jefa, la que controla el cotarro, la que dirige el tema, y con Inna, nuestra traductora, contacto cotidiano en cuanto a llamadas, correos electrónicos...En esta reunion se dilucidaba el futuro de cada uno.
La tensión se cortaba con un cuchillo. Puntuales, a las 8 Inna y Marina entraron en el hall del hotel. Saludos tensos y al grano. Los primeros 15 mn se dedicaron a contar lo que haríamos al día siguiente en el comité: hora de salida, desarrollo de la mañana, últimos detalles de documentación...y de pronto se hizo el silencio. Y yo dije, "bueno, vamos a ver qué hay de lo nuestro, no?". Y comenzó a decir Marina que los médicos estaban de vacaciones y que aún quedaban unas pruebas que hacer al niño, y que había que esperar estas pruebas. Al resto de gente iba dando informaciones varias acerca de la situación de cada uno. A Inma y a mi nos daba igual. Nos mirábamos ansiosos, esperando encontrar alguna otra información entre líneas, o una mirada a nosotros,...nada.
La reunión fue transcurriendo y se comentaban aspectos importantes: la vida en la casa cuna, como se hace el proceso de selección,de dinero,...pero nada más.
La decepción era enorme. Nos íbamos como nos vinimos, exactamente igual, sin ninguna información de nuestro hijo.
Pero cuando nos íbamos a despedir, se produjo un fenómeno que veríamos que se iba a desarrollar como algo habitual: los "apartes"
Y Inna nos llamó aparte a los dos. Y nos dijo que nuestro hijo tenía año y medio, y que estaba bien, y que probablemente viajaremos a final de mes y que el juicio sería dos meses después. Y fue entonces cuando Inma y yo nos subimos otra vez a la montaña rusa y nos fuimos a la parte más alta. Y lo celebramos con todos con cervezas en el burguer de la esquina.
Pero esto no queda así, aunque es la información más esencial al final. Él próximo capítulo, la montaña rusa, explicará como uno se sube en su vagón y pasa por tantos vaivenes que al final no sabe en que tramo se encuentra.
En la foto, Inna a izquierda, según la vemos , y Marina a la derecha. Arriba, los asistentes a tan trascendente reunión

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