En estos momentos, con 1 grado en San Petersburgo y despejado, nos quedan pocos días para volver a la ciudad de los zares. El día 2, sábado, salimos de Córdoba para Madrid -dejamos a Pablo con sus abuelos-. El día 4, a las 13 horas, el juicio. A partir del día 5,Álvaro ya estará con nosotros. Dos o tres días en San Petersburgo para sacar el pasaporte y luego viaje a Moscú, en avión. Allí, en el consulado de España, tenemos que sacar el visado. Entra como extranjero, y por eso tanto lío.
Resulta ahora que el día de la Inmaculada cierra el consulado español, así que, o corremos mucho y nos volvemos el mismo día 8 o nos retrasamos y pasamos un apacible fin de semana en la ciudad moscovita y volvemos el lunes 11 o martes 12. En fin, que no sabemos cuando volvemos, pero irnos,...en 10 días.
Ya queda poquito para que le veamos de nuevo.
Por cierto, que desde ayer estoy de permiso de paternidad. 20 semanas por delante para acompañar la llegada de Álvaro. Tengo una lista gigantesca de cosas que hacer. El permiso, para los atrasos familiares, como casi todo el mundo
En el vídeo, cuando Pablo le enseñó a Álvaro cómo se comía un chupa chups. Muy interesante.
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