21 enero 2007

La primera noche

Cuando llegamos al hotel, a eso de las 9 de la noche, teníamos claro lo que íbamos a hacer:BAÑARLO. Era una experiencia nueva, ya que nos habían comentado que en la casa cuna los bañaban con vapor, así que tal vez era su primer baño. Nuestras expectativas se cumplieron y fue un caos. Gritos, pataletas,... quién nos lo diría ahora, que ve la bañera y hay que detenerlo para que no se tire de cabeza. Fue rápido, visto lo visto, y le pusimos un pijama de Pablo. Qué diferente era ver a uno y a otro con el mismo pijama!!.
Tras el baño se quedó tranquilo en la cama, jugando con las ceras y sin moverse mucho - algo distinto a la realidad, vamos-. Se tomó un Actimel, no quiso ningún potito ni nada por el estilo -y eso que lo habíamos calentado en una cafetería fuera del hotel-. Como seguía tranquilo, cenamos nuestro jamón y queso envasados y poco a poco se quedó dormido en la cama. Demasiadas emociones. Lo echamos a la cuna y todo fue bien.
Tuvo un despertar nocturno. Lo cogimos, ya que chillaba mucho, y se durmió en brazos. Al acostarse realizó unos llamativos movimientos estereotipados de los que desconocemos el origen. Durmió mucho y fue una buena noche en general.
Hoy sigue durmiendo entre 11 y 12 horas del tirón. Un lujo.

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