En estos momentos, 1 y 29 minutos de la madrugada en San Petersburgo, la temperatura es de 16 grados. A nuestra llegada el sabado a las 22:30 hora local -20:30h en Armilla- nos espera una temperatura aproximada de 12-13 grados. El domingo parece que sera soleado -buen momento para pasear en "vaporeto" por el río Moika, en la llamada Venecia del Norte. Por cierto, que en directo contemplo ahora mismo este río y se encuentra tranquilo. La temperatura del domingo oscilará entre 22 y 12 grados. No esta mal. El lunes aumenta la probabilidad de lluvia.
Para motivaros, podéis meteros en sanpetersburgo.com y escuchar la melodía.
Por lo que hemos sabido, el cierre de la adopción con Rusia parece de nuevo inminente. Muchos sabéis que estuvo ya cerrado unos meses y que decidimos esperarnos confiando en una nueva apertura que finalmente se produjo, lo que dio lugar a que se ralentizaran nuestros trámites. En previsión de ésto, las rusas han decidido que lo mejor es que se depositaran todos los documentos posibles y que una vez dentro,... ah! se siente, esto es, que hay que seguir para adelante. Esto lo contamos porque por lo visto el lunes en el "Comité" -que es donde se depositan los documentos y al que acudiré con mi traje de pana que mis dineros me costó y que no me pongo nunca- nos vamos a juntar una buena fila de españolitos. Algunos suponemos que tendrán el niño asignado-entre ellos esperamos estar nosostros por lo que nos han dicho, aunque hasta que no estemos allí no nos fiamos de nada- y otros entregaran los documentos y ya veremos.
Como podéis leer entre líneas, esto no es sino una forma más de sacarle punta a un tema del que son muchos los que sacan tajada. Pero eso no se si algún día lo escribiremos.
Así que, llegada el sabado, paseo el domingo y la cola del lunes. Por lo visto es como ir a un centro de salud del SAS con Diraya un lunes y que se cuelgue a las 8:30 de la mañana. Y con españolitos con traje de pana pidiendo número. Yo creo que me llevo la cámara y echo fotos, porque tiene que ser interesante.
Y el martes a las 3 de la mañana, diana que nos volvemos.
Pero en medio hay una reunión con Marina, la señora que organiza todo este cotarro, que si que creeemos que es el meollo auténtico del viaje. Además, por lo visto tiene cosas que decirnos. Esto es realmente lo que más nos preocupa. El resto, es meterse en la rueda y seguir el rollo.
Y empezar a paladear la tierra de nuestro hijo, que desde ya también es la nuestra, no perdamos esa perspectiva.
Para motivaros, podéis meteros en sanpetersburgo.com y escuchar la melodía.
Por lo que hemos sabido, el cierre de la adopción con Rusia parece de nuevo inminente. Muchos sabéis que estuvo ya cerrado unos meses y que decidimos esperarnos confiando en una nueva apertura que finalmente se produjo, lo que dio lugar a que se ralentizaran nuestros trámites. En previsión de ésto, las rusas han decidido que lo mejor es que se depositaran todos los documentos posibles y que una vez dentro,... ah! se siente, esto es, que hay que seguir para adelante. Esto lo contamos porque por lo visto el lunes en el "Comité" -que es donde se depositan los documentos y al que acudiré con mi traje de pana que mis dineros me costó y que no me pongo nunca- nos vamos a juntar una buena fila de españolitos. Algunos suponemos que tendrán el niño asignado-entre ellos esperamos estar nosostros por lo que nos han dicho, aunque hasta que no estemos allí no nos fiamos de nada- y otros entregaran los documentos y ya veremos.
Como podéis leer entre líneas, esto no es sino una forma más de sacarle punta a un tema del que son muchos los que sacan tajada. Pero eso no se si algún día lo escribiremos.
Así que, llegada el sabado, paseo el domingo y la cola del lunes. Por lo visto es como ir a un centro de salud del SAS con Diraya un lunes y que se cuelgue a las 8:30 de la mañana. Y con españolitos con traje de pana pidiendo número. Yo creo que me llevo la cámara y echo fotos, porque tiene que ser interesante.
Y el martes a las 3 de la mañana, diana que nos volvemos.
Pero en medio hay una reunión con Marina, la señora que organiza todo este cotarro, que si que creeemos que es el meollo auténtico del viaje. Además, por lo visto tiene cosas que decirnos. Esto es realmente lo que más nos preocupa. El resto, es meterse en la rueda y seguir el rollo.
Y empezar a paladear la tierra de nuestro hijo, que desde ya también es la nuestra, no perdamos esa perspectiva.
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